Inauguremos
esta bitácora destinada al desahogo político y social odiando un poco: nosotros no llamamos
marqueses de Galapagar a los marqueses de Galapagar porque nos parece que, pese
a como están los tiempos, los títulos nobiliarios siguen siendo algo importante
y digno, recuerdo de tiempos pasados, que deben conocerse y en una mayoría de
casos respetarse. Asociar un título nobiliario con la parejita de Galapagar es
ensuciar aquello que merece seguir limpio, conectar dos mundos que nada tienen
que ver entre sí, nada. En definitiva, llamar marqueses de Galapagar a los
marqueses de Galapagar no es más que una atrocidad que debe evitarse.
Así lo proclama, El Gran Zuavo, odiador.
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